viernes, 7 de agosto de 2009

Mamá Cristina...

Me tomé la tarde libre para escribir sobre ella. Porque se merece el mayor de mis homenajes!

En el 75-76 cuando las tres familias se mudaron a esa isla perdida en el campo -"La Porteña", a 33 km al sur de la Ciudad de Buenos Aires, ellas se hicieron muy amigas –Nicky, Graciela y María Cristina (mi mamá, la mamá de Caro y la mamá de María Carla) – Grandes amigas.
Eramos las primeras pocas familias que se fueron a vivir a un pequeño complejo de viviendas que estaba construyendo el Banco Hipotecario Nacional, durante el segundo Gobierno de Perón, en ese entonces eran todas casitas idénticas, unas 500…las nuestras fueron las primeras, y tan pronto el banco se las adjudicó a nuestros padres, comenzó la migración de nuestras familias, allá…"en la concha de la lora" – como se suele decir en Argentina, o "en el culo del mundo" o "donde dobla el viento".
En los tiempos en que nosotros fuimos a vivir a Hudson, no había autopista, no teníamos teléfono –recién llegó el teléfono en 1990! y no había nada más que la Estación de trenes del ferrocarril Roca, el pueblo del "otro lado de la estación", el interminable campo que nos rodeaba y nos aislaba como una isla perdida y el bosque de eucaliptos y palmeras que comenzaba a pocos metros de casa y se extendía por unos cuantos kilómetros –el Parque Peryra Iraola.
Algo estuvimos escribiendo con Caro meses atrás sobre "nuestro mundo"…que hasta hace pocos años ni siquiera figuraba en la guía Filcar (los mapas de rutas de Buenos Aires), para mí "La Porteña" en sus primeros años tiene mucho paralelismo con "Macondo", ese mítico pueblo de "Cien años de Soledad" de Gabriel García Marquez…



Desde que los que se hicieron millonarios durante el gobierno de Menem, comenzaron a huir de la "inseguridad" de la gran ciudad llevando más "inseguridad" al norte y al oeste de Buenos Aires, descubrieron que el sur también existe…Hudson, ese lugar perdido en el tiempo-distancia, comenzó a ser el lugar elegido para construir barrios privados a todo lujo, y "La Porteña" quedó ahí, atrapada, encerrada tras un alambrado separando a los ricos –ellos- y los "villeros", los pobres, nosotros.

-Cagamos!
Dije el día que pusieron el alambrado frente a casa, cuando "mi campito" se convirtió en el emprendimiento inmobiliario más importante del sur de Buenos Aires…

-Privatizaron mi libertad!!!
A partir de ahí, comencé a sentirme asfixiada en Hudson. No podía volver a cruzar y estar en el campo libremente como cuando eramos chiquitas!

Si, les anticipo que este va a ser un capítulo extenso- me he percatado que de las dos, soy la que escribe textos kilométricos, Caro es la que tiene el poder de síntesis que yo carezco evidentemente, así que sepan disculparme.

Nicky, Grace y Cristina, fueron muy amigas…haciendo cuentas, ellas andaban por sus treinta y pico cuando se conocieron.
Nicky llegó a "La Porteña" con Jorge, mi papá, cuando yo estaba a punto de cumplir 4 años y mi hermana Paula apenas caminaba y hablaba como una cotorra, Pau tenía casi 2 años…vivíamos en la Manzana 18 – Lote 5
una casita de color blanco con ventanas y puertas de color azul, tres años después nació mi hermano Osvaldo.
Casi en simultáneo a nuestro arribo a "La Porteña", llegó Cristina con Horacio, y sus tres hijos…Claudia, que tenía 13 años más o menos, Pablo y María Carla que también tenía 4 años como yo (después en los 90's nació Facundo, quien tuvo sobrinos mucho más grande que él!). Los Faraldo ocuparon la Manzana 17 – Lote 7, también era una casita blanca, casi igual a la mía, pero con ventanas y puertas de color marrón.
Al poco tiempo llegó Graciela y Roberto, con Carolina…y Cecilia que nació casi al poco tiempo y ellos vivieron hasta el 85 (con algunas interrupciones históricas que relataremos en algun momento!) en la Manzana 18 – Lote 1, una casita toooda blanca, incluyendo las ventanas y las puertas.

Hudson fue. sin lugar a dudas, un bellisimo lugar para criar niños…y creo que a cómo están las cosas actualmente, a pesar de que el barrio se vino muy muy abajo, como casi todo en la Argentina, aún en cierta forma lo sigue siendo.

Creo que nuestros padres, una vez que lograron tener "su propia casa" ahí, fueron realmente muy felices durante mucho tiempo.

Estos últimos 30 años, nuestra "Gran-familia" (Los Faraldo-Maranzana-Wainhaus-Lissarrague) como toda gran familia tuvo sus idas y venidas, sus separaciones geográficas, sus rupturas, sus fusiones con otras grandes familias (como la familia Ramón, y la familia Gimenez) y sus grandisimas pérdidas.

Pero seguimos siendo una familia, elegida con el alma. Cuando algún miembro se cruza con otro, en ese abrazo y en ese breve saludo, inmediatamente comienza un intecambio de preguntas como…"contáme como andan tus cosas, y qué es de tu hermano, de tu hermana, de tus hijos, de tu papá, de…fulano, mengano…" y ya dejó de ser un breve saludo, se transforma en un, Venite! –y te lleva a su casa-, pasá, sentate!! y pueden transcurrir varias horas, no te queda otro remedio que sentarte en alguna cocina y llenar la pava con agua y compartir varias rondas de mate…
Es siempre volver a casa!

Cristina, es la mamá de María Carla y Pablo – mis amigos. Es la abuela de Valentina, la hija de Diego-Carla y Carolina –también es la abuela del alma, elegida por los gemelos Julián y Manuel, los hijos de Carolina y Diego. Y Cristina es también mi mamá elegida también desde el alma.

Mi mamá Nicky siempre me decía que no había peor cosa para un padre que perder a su hijo. Cada vez que me lo decía, me miraba a los ojos y yo veía que se le llenaban los ojos con lágrimas a punto de salir, era uno de los miedos más profundos que ella sentía…cada una de las veces que me decía eso, me abrazaba fuerte como queríendome meter dentro de su pecho.
Si, ningún papá ni ninguna mamá están preparados para perder un hijo. Biológicamente ninguno. Son esas cosas tan anti-naturales que suceden a veces, que dejan a los padres partidos con una inmensa herida que no para de sangrar nunca.

Quienes están conociendo nuestra historia ahora, se preguntarán cómo es, muchos de alguna manera mientras leyeron nuestros relatos, se les cruzó en la cabeza un…qué difícil, que terrible debe haber sido para la mamá de Carla! muchos se pregunta cómo nos relacionamos antes y ahora, Caro y yo con Cristina, la mamá de Carla.

Yo me quedé sin mi mamá 4 años antes de que Cristina perdiera a Carla, tanto ella como yo en ambas situaciones fue así, de golpe y porrazo, repentinamente, de la mañana a la noche.
Ese día, recordé el miedo de mi mamá, y pensé, sentí, y lloré muchisimo todos los dolores juntos, la sensación de sentirme huérfana sin mi mamá, el sentirme sin mi amiga del alma y el dolor y la abismal impotencia que estaba sintiendo Cristina.

Se abrió un profundo agujero en nuestras vidas desde ese entonces.
El dolor te transforma, es descender a los infiernos, perderse en medio del fuego y luego, de alguna manera uno, sin saber cómo ni de qué manera comienza a ascender, por caminos inesperados, absolutamente inciertos y sorprendentes…

Hablar de Cristina, es hablar de dos personas absolutamente diferentes, casi irreconocibles entre la Cristina que conocimos y con la que nos criamos todos cuando eramos chicos, y la Cristina después de haberla perdido a Carla.
Son 2 personas diametralmente diferentes.
Cristina es una mujer grandota, grande…de esas que cuando te abrazan te perdes entre sus brazos y sus tremendas tetas y te sentis cómoda, abrigadita cuando sentis su calorcito de abrazo maternal. Aprendí a sentirla así desde el momento en que yo me quedé sin mamá y ella se quedó sin Carla.
La Cristina que yo recuerdo, la de "antes" era muy avasallante. Tanto Nicky, como Graciela y Cristina eran mujeres fuertes, cada una con sus contrastes, pero algo en común tenían, las tres tenían un carácter dominante, fuerte, sobretodo Cristina que tenía a todos en jaque, controlando que cada uno hiciera las cosas tal como ella necesitaba!…a veces yo me sentía insegura cuando estaba con Cristina porque tenía la costumbre de hacerte preguntas muy directas, y siempre hacía algún comentario que te dejaba al descubierto en algo…ay! Lo mismo me pasaba con Graciela muchas veces…y yo que he sido eternamente insegura y vergonzoza en tantos aspectos de mi vida!!!
Yo las quería, y las quiero muchísimo a las dos, pero por momentos debo reconocer que trataba de no estar con ellas a solas, porque me ponían nerviosas!!!
Mamá siempre me decía que bueno!…uno tenía que aceptar y querer a sus amigos tal cómo eran, y que sí! Cristina tenía sus defectos como ella tenía los suyos, pero era su amiga y ella la quería mucho…este tipo de conversaciones eran frecuentes en casa, cada vez que yo me enojaba cuando veía que Cristina se "metía y opinaba mucho" en la intimidad de Carla…

Cuando era adolescente, tuve periodos, en los que envidiaba la manera tan directa y simple con la que Carla compartía sus secretos y su intimidad de mujer con su mamá. Cris estaba al tanto de todo, sabía absolutamente con quien Carla tenía relaciones, en ese sentido, yo con Nicky tuve serias dificultades durante larguísimos años…fue realmente muy dificil para mí, y para Nicky llegar a un punto más o menos equilibrado en eso.

Más allá de mis percepciones en el tiempo muy subjetivas, casi todos los que la conocemos, creo que coincidiamos en tener esa imagen de Cristina con su avasallante carácter dominante que se extendía y controlaba todo y a todos…

Una se quedó siempre con la imagen de Cristina FUERTE, Todo-poderosa, a veces implacable.
Nicky había estado distanciada de Cristina por diferencias muy estúpidas durante un par de meses, la noche que mamá tuvo su infarto, recuerdo que se despertó ese día diciéndome que extrañaba mucho a su amiga Cristina, y que ella se sentía realmente una boluda estando distanciada de su amiga, así que la llamó por teléfono, no sé que habló con Cris, supongo que la habrá invitado al cumpleaños de mi hermano que estabamos organizando, cocinando todos en casa ese día. Yo me quedé con la sensación que, mamá estaba presintiendo algo, y que no podía irse en paz sin antes hablar y reconciliarse con su amiga Cris…menos mal que así fue!

Y Cristina… no obstante mi insegura e incómoda percepción de chica sobre una mujer dominantemente tan fuerte, si tiene una fortaleza realmente más que admirable.

Perdió a su compañero Horacio viendo cómo el cáncer se lo fue consumiendo hasta que se lo llevó. Tuvo que continuar criando sola a Facundo que era muy chiquito.
Tuvo que darle para adelante, con un batallón de hijos y con todos los quilombos típicos de toda familia numerosa, nietos, nuera, la familia de su nuera, yernos…idas y venidas.
Tuvo que apuntalar a Pablo que se había caído en un pozo muy oscuro.
Y cuando justo Pablo comenzaba a salir, zas! la repentina muerte de Carla…

Por Dios! poner esto negro en blanco así sin rodeos, no hace otra cosa que hacerme sentir un aire frio corriendo por la espalda y obvio! unas terribles ganas de abrazar a Cristina…"la mamá-gallina" como digo siempre.
Porque siempre te queda esa imagen grabada de ver a Cristina sentada en alguna reunión familiar rodeada de tantos hijos y nietos y yernos y nueras, y amigos de los hijos y de los nietos que entran y salen y van y vienen alrededor de la mesa, y la abrazan y ella te abraza con sus brazos gigantes y vos sentís ese calorcito de abrazo de mamá fuerte!

Cris tuvo su descenso hacia tierras inóspitas a partir de la muerte de Carla, obviamente.
Tuvo sus periodos en los que estuvo encerrada, llorándola con todo su desgarrante dolor de madre.
Y yo siempre que la pienso en esos instantes sigo recordando los ojos con lágrimas de mi propia mamá y sus miedos…y siempre me quedan resonando esas palabras.

Y Cristina, poco a poco comenzó un peregrinaje nuevo, a tierras llenas de luz.
Llenó su casa de plantas y flores, cambió todo de lugar, comenzó a hacer yoga hasta convertirse en maestra…y se convirtió en mamá de todos los que nos quedamos ahí, congeladitos de frio.
Y llenó su interior y su casa de amor, mucho amor.

También la incorporó a Caro como su hija, y a los hijos de Caro como si fueran sus propios nietos. Así que los gemelos tienen 3 abuelas: Amanda (la mamá de Diego), Graciela (la mamá de Caro) y Cristina!

A Cristina yo le debo gran parte de mi propia resurrección.
Caro hace pocos días o mejor dicho un par de posts atrás en este blog hizo un comentario –por el cual recibi varios mensajes preguntandome qué habia sucedido-
El tímido comentario de Caro, pidiéndome una especie de disculpas por no haber estado cerca mio durante estos años que yo la había pasado "bastanteeeee horrible" (creo que Caro no supo de que manera digerible ponerlo! mi amor!!)

Si, recientemente desde hace un año estoy saliendo de un larguisimo periodo de mucha oscuridad.
Pero Caro no me dejó, yo me alejé porque me aislé mucho dentro de mi misma y me alejé de casi todos por mucho tiempo.
Si, me aislé tanto dentro de mi misma, que hace unos años yo había decidido dejarme morir.

Una tarde a principios del 2003, hacía poco tiempo que había regresado repentinamente de Italia, con el alma totalmente destrozada en millones de fragmentos, después que la persona que yo más amé en mi vida, simplemente me abandonó y mal.
Estaba caminando cerca de la estación de Hudson, perdida…sola, partida en un abismo sin retorno. Estaba sin trabajo en el peor momento de la Argentina, y enferma – con mi útero lleno de tumores que me producían unas terribles hemorragias…no quería hablar con nadie ni ver a nadie.
Era un espectro, así de simple.
A las pocas personas con las que me encontraba, trataba de fingir, diciéndoles que estaba haciendo lo posible para estar bien, pero eso era tan solo una artimania para dejarlos tranquilos y que me dejaran sola, por dentro solo estaba sintiéndo la necesidad de dejar respirar porque el dolor en el alma que sentía era mucho más de lo que mi cuerpo podía resistir.
Mi fuego interior se estaba apagando por completo.
Y yo había decidido que lo mejor para mí en esas circunstancias era dejarme morir.

Se vé que se notaba muchisimo que estaba realmente muy mal, porque Cristina tan pronto me encontró me tomó del brazo y me llevó casi a las corridas hasta su casa.
Me recostó con ella en su habitación de yoga y me abrazó fuerte…hasta que volvi a sentir calor. Y mientras me abrazaba y yo no podía parar de llorar a gritos, ella me hamacaba como si fuera un bebé.

Y Cristina, así con sus brazos y sus tetas gigantes que me arrullaron como si fuera un bebé hasta que me quedé dormida, me dio su amor de mamá.

-"Estamos solitas las 2, me dijo…vos sin tu mamá y yo sin mi hija"
A partir de ese día, comencé tooodo un camino, que fue largo…con sus subidas y sus bajadas, en el que aprendí muchisimo, en el que cada día que comienza es un nuevo día para volver a intentarlo.

Si, puedo escribir horas y horas todo lo que aprendí a partir del abrazo de Cristina.
Sé que este capítulo es exhorbitantemente largo. Pero no quise ahorrarme palabras para que entendieran el por qué Cris se merece tanto amor y sé que me quedo corta.
A mí Cristina me salvó la vida, cuando para mí no había ninguna esperanza de nada.
A mí Cristina me devolvió la vida, me hizo creer en los milagros, me hizo creer en que hay una fuerza superior que nos une a todos y que no nos abandona nunca.
Cristina me enseñó a creer que todo tiene un sentido y una razón por más que en un instante no podamos comprender por qué.

Y las famosas facturas y tortitas negras que cocinaba Cristina y vendía cuando nosotras eramos chiquitas como Caro relataba…son una de las tantas delicias de la vida, que cada vez que las veo en alguna panaderia siempre pienso en: MI MAMA CRISTINA, HACE LAS MEJORES TORTITAS NEGRAS DEL MUNDO!!!
Y se los garantizo!
Porque ella, así tan grandota, y grande…con esos brazos gigantes, todo lo que hizo y hace siempre lo hace con muchisimo amor!
Las tortitas negras y cuidar a todos sus hijos, los biológicos y los "adoptados".-

Así que aquí va LA RECETA de las TORTITAS NEGRAS DE MAMÀ-CRISTINA:
(Clickear en la foto para leerla!)

Al fin la tengo, y al fin comenzaré a practicarla…sé que no me van a salir tan pero tan ricas como las de ella, pero vale la maravillosa experiencia de vivirla y al menos intentarlo :)
Y no podía dejar de compartir esto con todos! Las tortitas negras de Cris, reconfortan realmente el alma!!!

Eve :)

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo tengo el placer de conocerla a cristina.. siempre me parecio muy buena persona.. gracias por compartir esta historia.. me hiciste llorar un poquito, pero me da una verdadera dimension .. es muchisimo mas! un beso grande!
Barbi

Ángela dijo...

Me encanto , es una vicion de vida que Cris , que muchas veces quiso escribir de Carla y su vida y no pudo , (por que el dolor no te deja hacerlo) esta reflejado con tanto amor , Voto por el libro de Eve...dale che , si no lo hace Diego...mandate .
Que el que va a terminar tomando mates con un escrito... va a ser el. me gusto mucho y me emociono. Gracias

diego gimenez dijo...

yo también voto porque lo haga Eve, yo le cebo mate :)

Lore b dijo...

yo tengo la suerte de haberla visto 2 veces, en una de ellas fue en un encuentro de mellizos y llegó como la abuela....a hacerle la gamba a Valen...además Caro nos tranmitió un profundo respeto y amor a ella, como también hacia vos a quién queremos sin haberte visto (son esas cosas increíbles que hace Caro). Yo que querés que te diga, la ví 2 veces pero me saco el sombrero ante ella...tú relato me hizo admirarla más.... creo que éste post ella lo debería leer.
A mí me emocionó hasta las lagrimas

nahuel servin dijo...

La verdad que me fascino el relato,me lleno de nostalgia,alegria y un torrente de lagrimas hasta llegar al limite de secarme.No se bien cual es la idea del libro especificamente,pero espero seguir leyendo narraciones asi.Mis saludos y cariños

Eve dijo...

Aunque no se quien sos...Muchisimas Gracias por tu comentario Nahuel!
Eve

Caro -Vainilla - RUBIAAAAAAA dijo...

NAHUEL SERVIN!!!! Ya lo descubrí!!!
Hoy ví un comentario de Nahuel Servin en el album de fotos de Gaby... Nahuel...el hermanito gemelo de Facu...
Hola Nahuel! Bienvenido!
Besos