Y entonces.... cómo ser una niña desenvuelta?

Bueno... mientras esperamos los apuntes sobre el infierno personal de mi amiga Eve (estoy segura de que esa chica no merece tus desvelos amiga), me dedico en este sábado a revisar un poco este maravilloso libro que ha guiado (un poco) nuestras vidas.
De más está decir que mi hija Valu de 9 años, quiere robarlo a toda costa y no se lo permito!!! Lo presto y que vuelva!!!!

El primer objeto maravilloso es "el ayuda memoria de Paula" (Paula es la protagonista, o sea nuestra mayor ídola de acá en adelante).

Yo recuerdo que QUERIA tener un coso así!!!! pero honestamente a la vez me parecía un desproposito... mi vida era bastante sencilla: iba al colegio de 8 a 12 (o algo así) llegaba a casa y almorzaba, luego hacía los deberes, si estaba mi abuela en casa pasaba la siesta con ella mirando las películas que pasaba Aldao o leía, o tejía, o .... no se qué merda hacía, pero básicamente esperaba que se hicieran las 5 de la tarde para poder ir a lo de Eve a jugar... o sea... para qué tanto cartelito????
Como la vida te da revancha, te diré que en este momento de mi vida necesitaría uno de esos gigante para colgar en la cocina... y así no olvidar los múltiples cumpleaños, médicos, fonoaudiólogas, paseos, cuotas, cooperadoras, y además mi consultorio, las entrevistas telefónicas, veterinario, y todos los etcéteras que hacen a llevar adelante una familia de 5 personas, 3 gatos y 3 peces (y un perro que se escapó, pero hasta hace poquito estaba)

Me parece que nuestra Paula era fan de los cartelitos, esha quería poner cartelitos por todos lados... me encantaba este que iba en "el placard de los zapatos", sobre todo porque yo no tenía UN PLACARD de los zapatos!!!! tenía un cajón en el que caían como podían mis dos pares de zapatos: los del colegio y a veces los de salir... o si no, las zapatillas... y nada mas!!!! pero te imaginas lo lindo que debe ser tener un placard de zapatos? yo, cuando sea grande y tenga plata voy a tener uno lleno... y le voy a poner ese cartelito que dice orden y mas orden siempre orden. Aunque mi marido me critique... porque bien que exclamó envidioso "claaaaaaro, ustedes porque se leyeron el libro de las niñas desenvueltas!!!!" Y claro, Eve, tuvimos que explicarle que nosotras somos niñas muy muy desenvueltas....

Un párrafo especial para la habitación decorada de Paula:
nosotras no teníamos alfombra, aunque nuestro piso sí era azul (y espero enorme cantidad de piropos por conseguir una foto de una baldosa de flexiplast azul tal y cómo teníamos nosotras.... sí, ese cuadrado azul...) y para ser totalmente sinceras tampoco teníamos ese orden!!! Creo que hubiéramos dado mucho por tener ESE poster, el de la manzana o cualquiera de ellos ... y ni hablar de los almohadones! Qué lindos!
Y un súper detalle: en Hudson no había teléfono! Esta Paula tenía un teléfono ROJO en su habitación y nosotras para hablar por telefono (con quien????) teníamos que ir hasta Berazategui a la telefónica y hacer una larguísima cola.... Recuerdo que cuando pusieron teléfono en el barrio yo a veces iba hasta la escuela (no se de dónde sacaría cospel para hablar, supongo que serían mis contactos capitalinos, alguna ventaja por pasar los fines de semana con mi papá tenía) y la llamaba a mi tía Edith. Que era la única persona que yo conocía que tenía teléfono.... Qué lindos que eran esos teléfonos naranjas... ya voy a buscar una foto... a mí me parecían lo máximo...
Cuántas veces íbamos y no tenía tono... o no te agarraba la ficha... o estaba cortado el cable... o... o... o.... pensar que ahora ando con un celular y una laptop como si fuera lo más normal del mundo...

Y por último, esta foto del edificio (al que obviamente también había que ponerle orden orden y mas orden) la puse porque una vez me pasó cuando vivía en Lugano... (esto es pre Hudson) a mí me cuidaba una chica y un día ella puso en el borde de la ventana LA PLANCHA DE LOS BIFES y... SE CAYÓOOOOOOOOOOO!!!!! Decí que no pasaba nadie por abajo, pero podría haber sido una tragedia... siempre que veía este dibujo en nuestro libro pensaba en esa vez y en que claro... esa chica NO ERA una niña desenvuelta como nosotras!