lunes, 27 de abril de 2009

Exorcismo 1

A veces hay partes más difíciles de contar, pero como planteaba Eve, los exorcismos vienen bien.

No todo han sido rosas en mi estadía en el bario La Porteña, Hudson. Incluso me atrevería a decir que uno de los peores recuerdos de mi vida lo guardo (celosamente lo guardo) sobre un añito hermoso que pasé allí.

Ahí voy (y no saben cuánto me cuesta): en 6º grado tuve la "suerte" de que mis compañeritos de colegio decidieran tomarme de punto, o cargarme o no se cómo se llama, pero era una tortura. Ahora tiene un nombre "científico" a raíz del acoso que sufren los niños a veces por parte de sus compañeros a través de internet y esas cosas. A mí me pasó en persona.

Mis compañeritos me pusieron un apodo: vaquillona.
ASí de corto.

Puede parecer una pavada, a mí me sigue dando vergüenza escribir la palabra, incluso si escucho en la radio el reporte del mercado central y la dicen, me corre un frío por la espalda.

A estas alturas creo que lo más doloroso no era el acoso en sí, sino que NADIE SE DABA CUENTA. Nadie adulto, claro. Ni mis viejos, ni las maestras, ni nadie del colegio, nadie... y claro, a mí me daba tanta vergüenza que tampoco se lo contaba a nadie.
Durante un año entero cada vez que yo abría la boca, alguien hacía algún comentario sarcástico... con la palabrita.
Debo ser fiel a la verdad, no eran todos. Eran -principalmente- Magallanes y Gaby Lopez.
Magallanes era GORDOOOOOOOOOOOOOOOOO, muy gordo!!!!

Estalló el tema en mi casa, un día que hubo toda una escena en la que Dieguito Teixido se alió con estos dos pendejos y me sacaron tanto de mí, que salí corriendo al baño a llorar y no hubo palabras de consuelo que me sacaran de allí. Fui a mi casa y dije que yo al colegio no iba más. Y punto.

Idas y vueltas posteriores, terminaron cambiándome de colegio, hablando con el padre del Magallanes, etc.

La secuela de eso, fue que nunca más, hasta muchísimos años después, volví a sentirme segura de casi nada. Ni de mi cuerpo, ni de mi inteligencia y mucho menos de mis sentimientos...

Los chicos pueden ser crueles, y les digo que a veces me lo cruzo a Magallanes (que vive enfrente de la que era mi casa) y lo miro y me doy cuenta de que él no debe saber que yo soy yo, pero yo si se, y a veces, cuando lo veo, le tengo miedo. Si. Tengo 38 años. Y a veces le tengo terror.

Así que... humildemente... Teixido, Magallanes, López: VAYANSE A LA CONCHA DE SU MADRE!!!!

1 comentario:

Eve dijo...

:):):) TE QUIEROOOOOOO!!!!!!
Gracias existir!
Gracias por estar en mi vida!